Principios del programador
De vez en cuando le doy una ojeada a programame, un clon de meneame temático de programación, y voy encontrando cosillas interesantes.
En esta ocasión, una traducción del artículo Principled Programming al castellano, Los principios del programador, la verdad me ha parecido un artículo que hay que recordar de vez en cuando para tener más presentes estos principios para mejorar nuestro trabajo.
Los diferentes principios son:
El Principio del Carácter Personal establece: Escribe tu código de forma que refleje, y saque a relucir, solo lo mejor de tu carácter personal.
El Principio de la Estética establece: Esfuérzate por conseguir la belleza y la elegancia en cada aspecto de tu trabajo.
El Principio de la Claridad establece: Dale el mismo valor a la claridad que a la corrección. Utiliza activamente técnicas que mejoran la claridad del código. La corrección vendrá casi por sí sola.
El Principio de la Distribución establece: Usa la distribución visual de tu código para comunicar la estructura de tu código a un lector humano.
El Principio de lo Explicito establece: Intenta siempre favorecer lo explícito sobre lo implícito.
El Principio de Código Auto-Documentado establece: La documentación más fiable para el software es el propio código. En muchos casos, el propio código es la única documentación. Por lo tanto, esfuérzate en hacer que tu código sea auto-documentado, y allí donde no sea posible, añade comentarios.
El Principio de los Comentarios establece: Comenta mediante frases completas para resumir y comunicar la intención.
El Principio de las Suposiciones establece: Da los pasos que sean razonables para comprobar, documentar y prestar atención a las suposiciones hechas en cada módulo y rutina.
El Principio de la Interfaz con el Usuario establece:Nunca hagas que el usuario se sienta estúpido.
El Principio de Volver Atrás establece: El momento de escribir buen código es justamente el preciso momento en el que lo estás escribiendo.
El Principio de El Tiempo y El Dinero de Otros establece: Un verdadero profesional no gasta el tiempo ni el dinero de otras personas produciendo software que no esté razonablemente libre de fallos; que no esté mínimamente probado; que no cumpla con los requisitos establecidos; que esté falsamente adornado con características innecesarias; o que tenga un aspecto deplorable.
Habrá que intentar cumplir estos principios en la medida de lo posible, aunque a veces los tiempos ajustados no nos ayudarán demasiado a hacerlo.